En un mundo que idolatra lo joven, lo productivo y lo rentable, las personas mayores son muchas veces invisibilizadas, apartadas, infantilizadas o directamente maltratadas.

El maltrato en la vejez no siempre es físico. A veces es la indiferencia. El abandono. El silenciamiento.

En Red Tau creemos en el respeto como principio ético universal, y en la necesidad urgente de una mirada interseccional del cuidado y la dignidad.

El respeto intergeneracional no es un gesto: es una postura política y ética.
Y cuando hablamos de respeto, no debe detenerse en la especie humana.

Porque la lógica que desprecia a quienes ya no producen es la misma que descarta a los animales como cosas, a los cuerpos enfermos como carga o a los ecosistemas como recursos.

Necesitamos una ética del cuidado amplia, compasiva y radical.

Por la dignidad de la vejez. Por el derecho a una vida libre de violencia para todos los seres.

El respeto no tiene edad, especie ni utilidad. Tiene raíz ética.


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